Niños correteando por el patio en horas de clase, inseguridad, múltiples conflictos, falta de profesores, poca actividad cultural, la verdad es que en la jornada de la tarde, todo se diluye y no hay una organizacion sostenible que mantenga en una linea fija a la jornada.
Uno de los problemas mas graves es el del nombramiento de docentes, por ejemplo, docentes de la jornada de la mañana están dando clases en la jornada de la tarde, tal es el caso de la profesora María Isidora Palomino, quien se encuentra dando clases de Ética y Valores en la jornada de la tarde, el profesor, también de la jornada de la mañana, Alfonso Rueda, también se encuentra impartiendo clases en la tarde. Sabemos que la Secretarìa les paga por esas horas, pero seria bueno que cada jornada contara con la planta docente correspondiente.
La violencia es otro factor infalible en la tarde, constantemente llegan a la coordinación casos de peleas, de insultos, de golpizas, etcétera. Problemas que se solucionan con la simpleza de un tarjetòn, con palabras de poco sentido pedagògico, no hay reales campañas para detener la violencia en la jornada.
La organizacion es otro problema, los alumnos no saben que clases tienen, en que salones, mucho menos con cual profesor.
La inseguridad, asecha también en la tarde -aunque es también en ambas jornadas-, los estudiantes son presa fácil de los ladrones que se postran malévolos en las afueras del colegio, para robarlos y quitarles sus pertenencias. Se aprovechan de la "inocencia" de los estudiantes que oscilan entre los 10 y los 15 años.
En fin, la jornada de la tarde, se respira un aire extraño, esperamos que se hagan las medidas respectivas.
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